domingo, 23 de abril de 2017

El drama de 303 niños que esperan por una familia



“Quiero un papá, una mamá, una familia para que me cuide”, expresa sin vacilar Manuelito, quien a sus siete años está consciente de que podría ser adoptado. Él es un niño declarado adoptable, como formalmente lo llaman las autoridades. En total hay 303 menores en el país que esperan un hogar.

El problema de los huérfanos en Guatemala es que la mayoría supera el rango de edad que los padres adoptivos buscan. No son muchas las parejas interesadas en prohijar y la lentitud de la burocracia hace que los pequeños crezcan esperando que un juez decida si los declara o no adoptables.  

Manuelito vive actualmente en la Casa Hogar Todos los Niños de Dios. Antes del ocho de marzo residía en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, pero después de la tragedia fue reubicado. El chico es el rostro de los niños que viven en casas hogares y que están ahí porque fueron abandonados, no por su rebeldía o conflictos con la ley.

De los 303 menores que se encuentran en estado de adoptables, 245 están en el rango de edad que el Consejo Nacional de Adopciones (CNA) califica como de difícil ubicación. Sus años de vida oscilan entre los 7 y 17.

Esta es la causa principal por la que las pocas familias que deciden adoptar no los prefieren, declara Rudy Zapeta, portavoz del CNA: “Las familias piden niños de cero a tres años, saludables... Para los más grandes no hay solicitudes”.

La entidad estatal reveló que actualmente hay 87 familias que están listas para adoptar; pero 72 de ellas quieren a niños de cero a tres años, y las otras 15 a menores de seis a diez, todos saludables. Esto último deja también sin posibilidad a los 58 menores que tienen alguna discapacidad y que ya fueron declarados adoptables. 



El tortuoso camino de la adopción

El proceso legal para lograr la adoptabilidad puede durar, en el mejor de los casos, nueve meses; sin embargo, la mayoría lleva años, dice el portavoz del CNA. Este también señala a la Procuraduría General de la Nación (PGN) y a los jueces de la Niñez como los responsables del retraso: “Tuvimos el caso de un niño que se tardaron 14 años para declararlo en estado adoptable”, ejemplificó.

Zapeta dio a conocer que la PGN se encarga del abrigo de los menores cuando estos son abandonados o rescatados. Además, dicha institución debe realizar una investigación para buscar a los padres o familia biológicos. No obstante, la indagación “puede durar días, meses o años”. Aunado a ello, la mora judicial retrasa más los procesos, ya que es el juez quien decide “en qué momento declara la adoptabilidad”.

Ni la PGN ni ningún funcionario de la Niñez quisieron pronunciarse al respecto.

Adopciones Internacionales

Guatemala no está preparada para retomar las adopciones internacionales, opina Mariko Kagoshima, representante adjunta de Unicef. Ella recordó el informe publicado en 2010 por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) que analizó los casos a partir de la entrada en vigencia de la Ley de Adopciones, Decreto 77-2007, donde se desnudaron las irregularidades.

Desde la creación del CNA y los cambios a la ley, Guatemala dejó de autorizar adopciones internacionales; pero aún se recuerda que la demanda fue tal que en 2008 el país se ubicó en el primer lugar como exportador de niños hacia Estados Unidos. Los padres adoptivos llegaron a pagar unos 40 mil dólares por menores. Ahora los trámites son gratuitos.

La censura a las adopciones internacionales ocurrió porque se convirtieron en un negocio que creó redes de notarios mafiosos, jueces que accedieron a colaborar a cambio de sobornos, y un incremento en el robo de niños.

Pasados los años, el escenario no ha cambiado, dice la representante de Unicef:  “Aún no existen las condiciones para abrir las adopciones internacionales. Antes debe fortalecerse el sistema de protección de la niñez”.

Ley de Adopciones

Un conglomerado de organizaciones que tienen como fin la protección familiar, representadas en la Asociación la Familia Importa (AFI), inició junto a otras entidades, como la Liga ProPatria, una campaña para solicitar al Congreso reformas a la Ley de Adopciones. La idea de ello es agilizar los trámites.

Astrid Ríos, colaboradora de AFI, declaró: “Queremos que se reactiven las adopciones internacionales y se agilicen las nacionales”.Ella defendió ese tipo de prohijamiento mencionando que deben existir parámetros de seguridad cuyo cumplimiento sea obligatorio y estén estipulados en los convenios internacionales. “Los abusos pueden ser subsanados” expresó.

También apuesta a que los notarios vuelvan a tener participación en el proceso de adopción: “Queremos darle la posibilidad a las personas que están dispuestas a trabajar con un notario a que puedan realizarlo”.  
Mientras en el país surgen voces que opinan y piden cambios a la Ley de Adopciones, la vida para los huérfanos sigue.

Su enemigo es el tiempo. Mientras crecen, pierden la oportunidad de ser niños elegibles, aunque eso no les impide soñar y ser felices en el día a día, como Manuelito, que por ahora aprende las vocales. 



Fuente: Soy 502.com

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