El mensaje de un juez argentino por Facebook tuvo alto impacto en los medios y en las redes. Un paso clave para que muchos se interesaran.
A veces, el juez del Tribunal Colegiado de Familia Nº 5, Marcelo Molina, escribe sobre las experiencias que lo conmueven en su rol judicial. Esta vez, más precisamente el martes a la noche, colgó en su muro de Facebook un texto en el que, con pocas palabras, pintaba la realidad de una nena a quien le urgía encontrar familia. Es que la declaración en situación de adoptabilidad de esta niña se encuentra firme y se está en condiciones de otorgar guarda con fines de adopción, sin embargo, no hay postulantes.
“Como el Registro de adoptantes agotó las posibilidades de búsqueda tanto a nivel local como nacional, decidimos llevarle a la comunidad la necesidad de esta niña de tener una familia que la contenga, que le dé amor, que la cobije como hija”, señaló el profesional. Hay “una institución que la está cobijando y le da amor, pero no el mismo que podría darle una familia”, dijo el juez.
La nena fue retirada de la guarda de su familia biológica hace dos años y desde entonces está alojada en una institución, pero para el juez Molina ella necesita los cuidados de una familia adoptiva.
El conmovedor mensaje en la red social tuvo efecto rápidamente. El miércoles en la sede local del Registro Único de Aspirantes a Guardas Preadoptivas (Ruaga) llamaron más de 40 personas de Santa Fe y otras provincias ofreciéndose, solas o en pareja, para adoptar a la niña.
El juez rosarino explicó qué lo llevó a buscar una alternativa para Beo (nombre ficticio) a través de las redes sociales: “La infancia de Beo no ha sido como la mía, quizá (casi seguro) tampoco como la de ustedes. Su familia no pudo cobijarla. Y nosotros, los de las Convenciones, las Constituciones y los Derechos, no hallamos aún otra que la reciba y le garantice su derecho a vivir y desarrollarse en una familia que le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades afectivas y materiales. Ella es distinta, derrama más amores que palabras y nos demanda, nos emplaza. Beo necesita una familia”.
Consultada la jueza del Segundo Juzgado de Menores de San Juan, María Julia Camus, apoyó la iniciativa del juez Molina de publicar el caso en la redes sociales ya que esto “está permitido siempre que se haya hecho oficialmente el pedido de postulantes a la adopción a través del Registro Único de Adoptantes”.
Camus consideró “beneficioso” este método cuando se agotaron los recursos oficiales y el caso requiere un tratamiento especial. Molina escribió en su muro: “Beo tiene diez años, es delgada, pequeña, muy dulce y amable. Juega y se sonríe frente a mí, no me conoce pero sabe que algo tengo que ver con su futuro. Beo cruza miradas cariñosas con la persona que la acompaña desde el Hogar donde vive desde hace ya dos años, muchos, demasiados”.
Fuente: Diario de Cuyo